Buenos días y bienvenid@ a El Constructor de Mundos. Hace un tiempo comencé una serie de artículos relacionados con la construcción de una religión para el worldbuilding de una novela, relato,… Tras la introducción, analicé los principales tipos de religión que podemos encontrar en nuestro entorno, de cara a servir de base para nuestra religión creada. En este tercer artículo analizaré tres conceptos básicos en una religión, que pueden servir para dar forma a tu creencia literaria (y a su vez a tu mundo). Estoy hablando de los credos, dogmas y mandamientos.
Como dije en su momento, la religión puede ser uno de los pilares en los que se sustente el worldbuilding de una novela. Puede crear fanáticos, guerras, curaciones milagrosas, presencia de dioses, y un largo etcétera. Estos tres componentes, los credos, dogmas y mandamientos, son básicos a la hora de crear cualquier religión. Si ponemos el foco en dar forma a estas tres ideas, habremos dado un gran paso no solo en la construcción de nuestra religión, sino tambien a nuestro mundo.
Para entender mejor estos conceptos lo mejor es analizarlos uno a uno y ver como pueden afectar en nuestro mundo literario. Comencemos.
CREDO:
Para analizar este primer aspecto, nada mejor que acudir a la RAE para saber la definición exacta que nos ofrece de este concepto:
Credo
Del lat. credo ‘creo’, primera palabra de esta oración en latín.
1. m. Oración en que se hace profesión de fe de las principales creencias del cristianismo.
2. m. Conjunto de ideas, principios o convicciones de una persona o de un grupo.
Por lo que podemos ver en la deficinión de la RAE, tiene dos acepciones diferentes. La primera habla de una oración cristiana, y de eso hablaré en el siguiente artículo de la serie. Me interesa, primero, la segunda acepción, la que habla del conjunto de ideas, principios o convicciones de una persona o de un grupo. Toda religión tiene un credo, un conjunto de ideas que dan forma a dicha religión. Nos puede hablar de la creación de un mundo, de lo que ocurre una vez muramos, de sus principales figuras teológicas (ya sea monoteista, politeista,…).
Este credo será un fiel reflejo del mundo en el que ocurre dicha religión. Las religiones, por regla general, han servido para dar respuestas a conceptos que sus habitantes se preguntan. Uno de los conceptos que más se repite en las religiones es el obtener una respuesta sobre lo que ocurre tras la muerte. Algunas religiones creen en la vida eterna, otras en la resurrección,… Por lo tanto, ese será uno de los principales conceptos que aparecerá en muchas religiones. Mientras no sepamos de una manera científica lo que nos espera tras la muerte, todo quedará en manos de la fe, y dicha fe será la que origine la religión.
Pero tampoco quiero olvidar la primera acepción de la RAE: la oración. Una oración puede servir para mostrar al lectos aspectos de la cultura en la que se adentra la religión que estemos creando: las palablas utilizadas, el idioma (no es lo mismo una oración en un idioma que solo dominan sus sacerdotes que una que puede recitar todo el pueblo), el uso de la música, la evolución que dicha oración puede sufrir para adaptarse a los tiempo,… Un pasaje donde un personaje que conoce por primera vez una religión y acude a un ritual donde se reza un credo puede ser muy enriquecedor para mostrar muchas ideas y conceptos culturales en muy poco espacio.

DOGMAS:
Para este segundo concepto relacionado con las religiones, volveré a acudir a la RAE para saber su deficinión exacta antes de analizarlo.
Del lat. dogma, y este del gr. δόγμα dógma.
1. m. Proposición tenida por cierta y como principio innegable.
2. m. Conjunto de creencias de carácter indiscutible y obligado para los seguidores de cualquier religión.
3. m. Fundamento o puntos capitales de un sistema, ciencia o doctrina.
Para empezar de esta definición me quedo con la segunda acepción en concreto, la que habla de creencias de caracter indiscutible y obligatoria. Es muy posible que tú hayas oído el concepto de dogma de fe. Se tratarían de creencias que adquieren un caracter de indiscutible, por mucho que alguien externo pueda llegar a discutirlos (lo que puede causar conflictos en nuestra historia muy interesantes).
En el cristianismo por ejemplo, siendo la religión más cercana a mí, podemos encontrar conceptos como la Santísima Trinidad, la muerte y resurrección de Jesucristo, y un largo etcétera, que dan forma a la religión cristiana. Son conceptos de lo que no se tiene duda, que entran dentro del alma misma de la religión. En otras religiones nos encontramos con la existencia de distintos dioses, con el concepto de la reencarnación, del juicio final,…
Gema Moratalla, por poner un ejemplo literario, en su libro El Templo de los Inocentes, nos habla de una ciudad situada junto a un volcán. En dicha ciudad conviven multitud de religiones y órdenes religiosas. La más poderosa es aquella que se encarga de apaciguar la ira del volcán. Pero lo hace de un modo muy especial. Mediante un ritual, arrojan al volcán a un niño para calmar su ira. Nadie discute esa idea. Es más, el ritual se vuelve un momento de celebración. Hasta que una persona ajena a aquello lo observa desde su prisma y se da cuenta de la aberración que es aquello. El sacrificio del inocente sería uno de los dogmas de fe de esta religión, y el choque entre la visión de los creyentes y de esta persona ajena a la religión es un de los motores de la novela.
Cuando des forma a tus dogmas no tengas miedo a caer casi en la parodia (dependiendo el género que escribas, claro). Si hacemos un análisis de las distintas religiones y creencias a lo largo de la historia puedes encontrarte verdaderos tesoros, muy aprovechables de cara a dar forma a nuestra religión inventada. Los mayas, por ejemplo, entre sus dogmas tenían la idea de que dos dioses crearon a los hombres. Hicieron pruebas con barro, y se desmoronaba. Luego probaron con madera, pero se dieron cuenta que no tendría alma, con lo que al final lo crearon con maiz. Para nosotros, o las personas ajenas a esta creencia, puede parecernos hasta cómico, pero para alquien que cree en ello es una verdad inamovible.
MANDAMIENTOS:
El último concepto a analizar es el de los mandamientos. Para no perder la costumbre, lo primero acudiré a la RAE para saber cómo define esta palabra:
De mandar.
1. m. Precepto u orden de un superior a un inferior.
2. m. Cada uno de los preceptos del decálogo y de la Iglesia.
En este caso las dos definiciones nos son útiles. En la primera habla de un precepto u orden de un superior a un inferior. En este caso, hablaríamos de las órdenes o los preceptos de un dios (o los dioses) a sus creyentes. Al ser órdenes directas, serían como los dogmas de fe, indiscutibles.
En la segunda acepción nos habla de cada uno de los preceptos del decálogo y de la Iglesia. Por supuesto, hablaría de los diez mandamientos cristianos. Dichos mandamientos son un verdadero decálogo de valores que promovería la religión en concreto. En la religión cristiana serían los diez mandamientos, pero en la que tú estés dando forma pueden ser los que haga falta. Por ejemplo, hace mucho tiempo publiqué mis diez mandamientos sobre el worldbuilding.
Los mandamientos, como he dicho, son una especie de lista de valores y virtudes que un buen seguidor de la religión debe cumplir. Esto viene de muy antiguo. En el egipto de los faraones, tras la muerte, y antes del juicio del alma, el fallecido debía pasar un interrogatorio de 42 deidades, cada una representando uno de los valores. Si analizáramos cada uno de esos valores nos haríamos un esquema muy aproximado de los valores que reinaban en aquel lugar (o al menos los valores que se suponía serían los ideales).
No sé si eres seguidor del podcast de Aquí hay dragones (si no es así, te lo recomiendo). Hace un tiempo escuché un capítulo en el que hablaban de cómo se hacían copias de la biblia. El azar o el diablo (o el alcohol del que transcribía los textos) quiso que en uno de los mandamientos se cometiera un fallo al transcribirlo. Donde debería poner No cometerás adulterio ponía: Cometerás adulterio. No se trata de una propuesta, se trata de un mandamiento. Y como buen mandamiento, un buen seguidor tiene que seguirlos sin discusión, sin plantearse si está bien o mal. Esto podía causar un cambio total en los valores morales de la iglesia. Se trata solo de una anécdota, pero explica muy bien este concepto de mandamiento.
En definitiva, para tu religión tienes la libertad total de crear tus mandamientos. Ten en cuenta que dichos mandamientos serán el valor moral supremo que tu religión quiere plasmar, y que sus seguidores deberían buscar. Si creáramos una religión que en sus mandamientos dijera Matarás al primogénito de tus hijos antes de su edad adulta, un buen seguidor no se planteará si está bien o mal. Lo matará sin duda. Y en caso de duda, este puede ser un buen arranque para un relato.
Y hasta aquí mi artículo de hoy. Espero que te sea de utilidad de cara a dar forma a tu religión. Es un concepto que puede ayudar mucho a la hora de dar forma a nuestro mundo. Yo, por regla general, suelo aplicar esta doble idea: somos lo que hacemos y somos lo que creemos. Si moldeas las creencias de tu mundo a tu gusto, podrás moldear su cultura, sus relaciones sociales, sus relaciones con otras culturas o mundos,… No descartes nunca una buena religión, ya que puede servirte de cimiento para tu mundo. Muchas gracias por pasarte por aquí y espero que volvamos a vernos pronto en El Cosntructor de Mundos.
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