Mi nombre es Aritz Pérez Berra y la escritura me salvó la vida. Este podría ser el resumen en general de la importancia que ha tenido la escritura en mi vida. Bueno, para ser exacto, mi vida la salvó la escritura y un ángel encarnado en mujer con la que convivo desde hace ya siete años. Si alguien te dice que los agujeros negros no existen, es mentira. Yo viví en uno de ellos una temporada y escribir fue el combustible que utilicé para salir de aquella fuerza que te atrapa y no deja salir ni la luz. Pero voy a cambiar un poco el tono, que parezco Ana Torrent en el video de “Tesis” de Amenabar.

        De pequeño era un adicto a la lectura. Cuando iba con mis padres al supermercado, me aparcaban en la sección de libros para que ellos hicieran la compra mientras Mortadelo y Filemón cuidaban de mí. Menos mal que en aquella época no existían esos carritos que limpian el suelo, ya que siempre estaba sentado en el suelo con un comic en las manos. Otro de los espectos que me apasionaba, y que sigue haciéndolo, es la mitología. Me apasionan las distintas mitologías del mundo, ya que hablan mucho de la sociedad y de los valores de aquellos que creen o creían en ellas.

        Pasados los años, pasé de leer a combinar la lectura con la escritura, pero esos textos quedaban escondidos en la intimidad de mis cuadernos. Un buen día, en clase de filosofía del instituto había que leer 1984 de George Orwell y hacer un resumen del libro. En vez del resumen, hice un informe de espionaje para una pequeña isla inventada, analizando la historia de Winston Smith. El profe me puso muy buena calificación y una pequeña nota a pie de página: “me lo he pasado muy bien con tu locura” (qué calado me tenía).

        Seguí escribiendo para mí, hasta que un día una muy buena amiga comenzó a hablarme sobre la muerte de su padre, y sobre cómo se acordaba de él cada vez que llegaba el aniversario. Pensando en la manera en la que afrontamos la muerte escribí el relato Geolo, y se lo mandé. Le encantó y me dijo que desde ese momento cuando se acordara de él, lo haría mediante esa historia. Esto me ayudó a valorar mi trabajo, y comencé a colaborar con una revista local mandando mis relatos. Unos amigos me recomendaron leer uno, ya que ellos se habían emocionado con él, sin saber que el autor era yo. Ese fue el empujón definitivo para animarme a luchar por mi sueño, y comencé la que por ahora es mi primera proyecto de novela, Todo lo que tiene nombre.

        En definitiva, mi relación con la escritura ha ido creciendo, y en este punto decidí crear este blog para compartir contigo mis mundos literarios. Hablo de mundos creados en la literatura de género, poniendo especial énfasis en el Worldbuilding y la Construcción tanto del ambiente como de los personajes. Pero no me centro solo en eso. También analizo las distintas mitologías del mundo, ya que considero que son una interminable fuente de inspiración, y es un tesoro que no podemos permitirnos.

      Otro de los aspectos que me apasiona es escribir reseñas de las novelas que me han gustado. Hace poco escribí un artículo explicando mi complejo y laborioso proceso para realizar las reseñas. Pero es lo mínimo que puedo hacer ante obras que disfruto tanto.

     En definitiva, en El Constructor de Mundos puedes encontrar consejos sobre worldbuilding, mitologías del mundo y reseñas muy detalladas. Todo ello para hacer ver la importancia que tiene la construcción de mundos en la literatura. Además de eso, me gusta poder aportar visibilidad a autoras y autores en sus comienzos, y ayuda a las pequeñas editoriales que luchan día a día por sacar adelante sus proyectos. También hago lecturas cero relacionadas con el worldbuilding y los personajes, y estoy abierto a posibles reseñas siempre que la novela me resulte interesante en estos aspectos (si no fuera así, mandaría mi opinión a su autor en privado). Todo ello tratando de hacer que El Constructor de Mundos sea un lugar de encuentro para aquellos que amamos esta visión de la literatura.

      Espero que te guste y que me acompañes en este viaje. Ahora siéntate cómodo/a y disfruta. Acompáñame en la aventura de El Constructor de Mundos.

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